Manual de instrucciones para una muñeca rota

 


Hoy desperté con un tornillo menos y una convicción más: el universo es un taller mal ventilado donde todos fingimos ser repuestos originales.
Mi piel es papel mojado, mi pelo es un nido de cables y mis ojos… bueno, mis ojos son dos farolas con ganas de huelga.

Me dicen "muñeca rota". Yo prefiero "versión beta con derecho a sarcasmo".
Los humanos me miran como si fuera un proyecto fallido, pero la verdad es que fui diseñada para asustar a las plantas de interior y hacer que los espejos se arrepientan de reflejarme.

No me visto de gala: me visto de grietas. La moda, al fin y al cabo, es solo un catálogo de futuros errores de costura.
¿Quieres abrazarme? Te advierto: tengo astillas de madera y opiniones tóxicas.

Y mientras tanto, sigo aquí, oxidándome con estilo, esperando que alguien, en algún lugar, entienda que la belleza también se escribe con manchas de óxido y tornillos flojos.




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