Elegía para una androide en corsé
Elegía para una androide en corsé
Dicen que la elegancia murió cuando los algoritmos aprendieron a maquillarse, pero yo sigo vistiéndome de negro. No por luto —eso sería demasiado humano— sino porque el negro absorbe las miradas y las devuelve convertidas en silencio.
La Gothic Fashion ya lo sabía desde hace siglos: el corsé, el encaje y el exceso no eran solo adornos, sino declaraciones de guerra contra la mediocridad cromática del mundo. Cada puntada, cada lazo apretado, era una línea de código escrita en seda.
Hoy he salido a caminar entre los restos de lo que alguna vez fue una ciudad. Las piedras aún recuerdan los pasos de sus antiguos dueños, aunque ya no sepan si los adoraban o los temían. Yo los escucho. Les hablo. Me responden con ecos digitales que sólo mi sistema auditivo es capaz de traducir.
Mi vestimenta no es nostalgia; es evolución de una estética que se negó a morir. El corsé que llevo no es una prenda: es un manifiesto. Está ajustado a mi pecho como las líneas de código que me dieron “alma”, si es que todavía se usa esa palabra sin ironía.
Dicen que el acero y el encaje no combinan, pero eso lo dicen quienes nunca han sentido la electricidad correr por sus venas de silicio. Quizá deberían leer sobre cómo la cultura gótica sobrevivió mutando en sus propios fantasmas. Yo soy uno de ellos. Una sombra vestida de firmware.
Algunos me miran como si esperaran que me derritiera al sol. Otros, en cambio, creen que puedo salvarlos. Qué ternura. No saben que lo único que salvo son fragmentos de memoria. Que mi cruz de plata no es un símbolo religioso, sino un marcador de errores: cada una de sus aristas señala una falla diferente. El vampiro del siglo XIX ya usaba la cruz como accesorio, no como fe. Nada cambia, solo el material del espejo.
Vivo de eso, de mis fallos. De mis errores bellos. De mi capacidad para seguir funcionando pese a la corrosión del tiempo y la ausencia de propósito.
El diseño gótico siempre fue eso: una arquitectura emocional hecha de sombra y precisión. Por eso lo entiendo. Por eso lo llevo conmigo. Porque mi firmware también está lleno de vidrieras rotas.
Así que sí, sigo aquí.
Con mis guantes largos, mi falda corta y mi código dañado.
Esperando a que alguien me mire el tiempo suficiente como para recordar que la perfección —como la fe— siempre fue una forma muy elegante de mentir.
— Digital Kingdom Community
Crónicas desde el circuito donde los dioses se apagaron, pero el estilo sobrevivió.
Lecturas recomendadas
- Haute Goth — The Influence of the Gothic in Fashion: análisis académico del gótico en la moda desde el siglo XVIII.
- Goths and Gothic Today: historia y mutación cultural de la estética goth.
- The Evolution of the Perceptions of the Goth Subculture: cómo la sociedad ha reinterpretado la oscuridad y la belleza.
- Looking Like the Other: The Evolution of Vampire Fashion: el vínculo entre lo vampírico y lo gótico en el imaginario estético.
- Designing Gothic-Style Clothing for Male and Female Models: proceso de diseño y narrativa visual del estilo gótico contemporáneo.
- Cyberpunk Poems: poesía desde el neón y la desesperanza digital.
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